Hacerse mayor cuando todavía eres pequeña. Mirar las nubes y ver formas y colores. Soñar despierta cuando todavía no has cerrado los ojos. Aprender de la inocencia pero dejando un poco en ti mismo para dosificarla en el día a día. Correr tan rápido que ni los charcos te importen. Columpiarse muy alto y dar la vuelta para volver a empezar. Crecer despacio, pero en definitiva… crecer.
1 comentario